“No había dónde tocar. Generalmente, se tocaba en la Udec: en los pasillos o en las afueras de alguna facultad, generalmente de la Facultad de Artes en la que siempre sucedía algo. (Mauricio Melo, web www.periodismoudec.cl)
Foto, Mauricio Melo.
Dado los roces que comenzaron a darse entre los seguidores de las distintas corrientes musicales que sonaban en Concepción, sobre todo riñas entre punkis y trashers, las universidades decidieron prohibir los eventos musicales. Esto llevó que la música empezara a buscar la forma de difundirse, los bares y los galpones fueron el primer amplificador de la incipiente escena. Algunos de ellos son El Galpón, El Cohete Rojo, El Tambo, La Oruga y Cronopios. A su vez, existía una escena que se congeniaba en gimnasios de poblaciones, sociedades mutualistas y sedes de sindicatos que también lograba organizar pequeños eventos.
Foto, Germán Estrada.
“Se hacían en los lugares de los sindicatos. Por ejemplo, un clásico lugar de tocatas era el Santiago Watt, del sindicato ferroviario. Era un punto emblemático en el que se hicieron muchos conciertos. Además, estaban el Carpintero y Ebanistas y el Sindicato de Suplementeros. Toda esa escena creo que recién se profesionalizó cuando apareció el Cariño Malo. (José Burdiles, web www.periodismoudec.cl)
El Cariño Malo, ex salsoteca Tambo, es hasta el día de hoy para muchos el primer hito a nivel nacional que generó la escena bohemia penquista.
“Al tiempo de nacer se convirtió en el único sitio fuera de Santiago donde pasaba algo. Inicialmente, venían solo bandas desconocidas, pero fue tan comentado por los músicos, que de repente me empezaron a llamar los tipos que ya eran famosos y que querían tocar igual porque les habían dicho que los trataban muy bien, que el público era increíble. Se creó una especie de ansiedad por venir a tocar a Conce, sin importar la plata que pudiera ganarse.(…) Así llegaron Los Tetas, que en ese momento eran “Top one” en Chile. Vino La Pozze Latina, siguió el lanzamiento tan esperado del disco de Carlos Cabezas, que decidió lanzarlo en Concepción en vez de en Santiago, lo que marcó otro quiebre a nivel nacional. (…) Se decía que Cariño Malo representaba la continuidad de la música y las bandas que habían quedado truncas en los ochenta.” (Germán Estrada, libro Los Tres, La Última Canción.)
Foto, La pose latina.
Tras quejas constantes de los vecinos, el Cariño Malo cerró en 1999, pero activó toda la escena de lo que hoy es conocido como el Bario Estación. Estrada luego fue propietario de otros locales en donde se siguió desarrollando la escena cultural local como La República, El bar del Frente o La casa de la Salud.