En las puertas de Ongolmo: Gorilla Gardens.

En el borde de Pioneer Square. Fue uno de los primeros lugares reservados tanto para bandas punks y bandas metal, ayudó al cese de las hostilidades entre ambas corrientes musicales. Gorilla Gardens comenzó como una sala de cine dividida a la mitad por una pantalla configurando como dos cines en uno.

Foto Gorilla Gardens.

Cuando pasó de ser un cine a un antro del rock and roll, el dueño decidió reservar un lado para los shows punks y otro lado para los shows metal. Los tipos de esos estilos de música se odiaban entre sí y siempre quedaba la cagada en el lobby del Gorilla. Pero con el tiempo estas subculturas comenzaron a escucharse las unas a las otras y comenzaron a gustarse; y así ellos se juntaron, se mezclaron, se fusionaron y en el proceso inventaron el grunge. (art Chantry).

Foto. Diciembre de 1984 – Primer concierto de Soundgarden: en Top of the Court en Seattle. La banda seguía siendo un trío con Chris en la batería.

Las primeras bandas que más tarde se asociarían con el “sonido de Seattle” estaban tocando en el Gorilla Gardens, un desagradable club para todas las edades, ahí tuvo su segundo show Soundgarden teloneando a The Melvins y Hüsker Dü. (Jonathan Poneman, revista Spin (septiembre 92)).

Gorilla Gardens, cuya duración no fue más allá 4 años, se convirtió sin proponérselo, en uno de los primeros lugares de socialización de los jóvenes de Seattle. En donde dos corrientes muy distintas comenzaron a juntarse y más tarde se produciría una nueva. La evidencia muestra que el Gorilla Gardens era una molestia para los vecinos, por las peleas que se ocasionaban en la entrada, esto provocó que cayera en la itinerancia y más tarde desapareciera, pero logró mostrar que corrientes dispares se pudiesen juntar y poner el manifiesto de que se podía.

 

Por Ongolmo.

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