A fines de los 90s pasaba un loco vendiendo cassettes piratas por la población donde yo vivía. Entre sus cassettes venía el “in útero” de Nirvana. Yo conocía a Nirvana porque mi prima le había prestado el umplugged a mi hermano. El unplugged era un disco precioso, entonces pensé que el in utero era igual, pero ni cagando !!! , tenía una fealdad cruda, mostraba que la vida no era bonita sino cruel, más cruel que la chucha. Habían frases como: ” la angustia adolescente ha valido la pena, ahora estoy aburrido y viejo “ o sonidos como en el intro de “radio frinedly unit shifter”, ”que pensé que eran taladros, pero 15 años después caché que era una jaguar con Distortion y polychorus…
o temas como “milk it” que es un suicidio, siempre creí que era un suicidio del aspecto trascendental del humano, no puedes trascender si ves solo lo positivo de las cosas, y además ese juego de calma y furia, esa constante contradicción del ser, expresado en el sonido. El disco me volvió oscuro e introspectivo por mucho, mucho tiempo. Me hizo dudar de las emociones positivas, me hizo pensar que las personas con emociones positivas eran falsas. Me hizo odiar la falsedad y buscar la pureza del ser, del ser brillante, del ser furioso, del ser pesimista, del ser contradictorio, del ser auténtico.