Bandas locales, exhibición de cortometraje, danza experimental son algo de lo que podrán ver quienes asistan al festival este 28 de octubre.

Luego de una exitosa versión en julio de este año, Ordovícico silúrico (RRSS) esta ad portas de su quinta versión, que una vez más se instala como un espacio donde distintas disciplinas artísticas se encuentran y conviven. El 28 de octubre es la cita en el Teatro Bandera Negra (RRSS).
Si la vez pasada fue la moda sustentable, la performance circense, las bandas y las artes visuales, esta vez la programación también promete variedad.

“En Conce tienes lo artístico a la vuelta de la esquina, cine, música, artesanía. Buscamos llevar eso a un solo lugar. Esta vez incorporamos un cortometraje, danza, variamos las exposiciones, tendremos artesanías en madera”, señala Rodrigo “Roly” Oquenes, bajista de la banda Traküm (RRSS), principales impulsores del espacio.

La historia del festival inicia en 2019, año en que Traküm estaba reuniendo fondos para grabar su EP. Ahí nace la idea de un festival autogestionado que reúna distintas expresiones en un solo lugar,

“Es genial que los artistas se crucen y se encuentren en escenarios donde generalmente no lo hacen. Se genera un acto de apreciación entre artistas de disciplinas distintas. Somos público y actores al mismo tiempo”, señala Luciano “Chano” Oliva, guitarrista de Traküm.

Foto, Luciano “Chano” Oliva

Esta variedad en la oferta de presentaciones, les permite encontrar y apelar a nuevas audiencias interesadas en el festival, así los artistas comparten sus públicos y se van encontrando con nuevas personas interesadas en sus creaciones.

AUTOGESTIÓN

Para Traküm está claro que por ahora el festival funciona a pulso.

“Tenemos que hacer unas 10 o 20 versiones autogestionadas y desde nosotros hasta que la gente empiece a confiar en que esto se puede convertir en un producto o una marca, ahí agarrar auspicios y acceder a espacios más grandes, mejor producción y más audiencia” señalan desde la banda.

En estas cuatro versiones, se ha generado una fuerza y sinergia entre los que participan,

“los colaboradores siempre se van muy contentos, que haya una contribución monetaria te hace sentir que tu trabajo vale y es respetuoso para los artistas y gente involucrada”, señalan desde el conjunto.

Cada festival entrega aprendizajes sobre el montaje y gestión de estos eventos. Siempre hay imprevistos que surgen.

Foto, Traküm en Ordovícico Silúrico 4. T. Bandera Negra, Concepción.

“Nosotros vamos a organizar, a ver que todo funcione lo más cercano a como se planeó. También aprendes otras labores de lo que es generar un espectáculo, la gestión, organización, timing” señalan desde Traküm.

Para ellos, trabajar con otras bandas, artistas y partes que integran la organización, es una instancia muy enriquecedora y educativa.

Retribuir económicamente a todas las partes que hacen posible ordovícico, es algo de primer orden para el conjunto. Ellos son testigos de ciertas prácticas que desvalorizan el trabajo de los artistas y se manifiestan fuertemente contra de esas situaciones que se dan en la escena.

“Siempre quisimos pagar a los artistas y nos enorgullece hacerlo. Es muy precario y penca que te paguen con cervezas, trueques y cosas así. Pasamos por eso y queremos erradicar ese estigma de ir a tocar por chelas, eso desvaloriza nuestra labor y es muy irrespetuoso con los artistas. No es fácil ni barato dedicarse a esto a un nivel profesional, es importante retribuirlo”, señala Diego, baterista del trío de psicodelia instrumental.

Foto, Diego “dialf” Barra.

SER ARTISTA INDEPENDIENTE EN CHILE.

Para Roly, bajista de la banda, dedicarse al arte en Chile es un privilegio,

“Tienes que tener una buena situación, o una familia adinerada que te respalde. El arte es un trabajo, te ocupa tiempo, dinero, planificación, organización. Es un trabajo arduo, de todos los días. No es llegar y pararse con el talento. Las bandas cagan porque no hay dinero para sostener la actividad. Los locos entran a trabajar porque deben parar la olla y van teniendo menos tiempo para dedicarse a lo artístico”.

Los miembros de Traküm son enfáticos en que mientras sigan impulsando su banda, seguirán abriendo espacios, generando instancias de encuentro entre disciplinas y oportunidades para que los emergentes muestren su arte.

“Los grandes cambios parten de la motivación de una persona o de un grupo de personas”, señalan

Foto, Rodrigo “Roly” Oquenes.

“Todos se quejan de que no los invitan a tocar, que el REC es pituto, que “si no conoces al Melo”, que si no tienes contactos no surges. Ordovícico surge en la línea de crear espacios desde los artistas y para los artistas. Si faltan espacios, es deber de nosotros crearlos”,

enfatiza la banda inspirada y motivada en surgir con su arte y en aportar a la escena penquista, donde quieren instaurar una consciencia de colaboración en la que los músicos sean una gran familia y que entre todos se presten manos.

La quinta versión de Ordovícico Silúrico podrás disfrutarla este 28 de octubre en el Teatro Bandera Negra (Calle Bandera #1001, Concepción). Las entradas se adquieren por el sistema passline (entradas aquí) y están a 5 mil pesos. Toda la información del evento la encuentras en el Instagram @ordovicicosilurico.

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